EXPERIENCIAS EXITOSAS UNIVERSITARIAS
SEBASTIÁN BURGOS
Alumno del octavo ciclo de la Escuela Profesional de Ingeniería de Sistemas de la USMP explicó su experiencia en Cinepapaya como Software Developer en declaraciones a la Oficina de Relaciones Públicas e Imagen Institucional.
La promoción, desarrollo y difusión de la ciencia y la tecnología es parte de la misión de la Universidad de San Martín de Porres, en ese contexto, nuestra casa de estudios hizo el lanzamiento oficial del programa Andes Accelerator, el cual nace con la finalidad de ayudar a emprendedores tecnológicos para que desarrollen empresas de éxito y sostenibles en el tiempo.
El evento, realizado en el auditorio Primus Interpares de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la USMP contó con la presencia del Decano de su Facultad, Ing. Manuel Cáceres Lampén, así como del Decano de la Facultad de Odontología, Dr. Carlos Cava Vergiú, autoridades de nuestra Universidad, empresarios del rubro tecnológico, docentes y alumnos.
En sus palabras de bienvenida, el Director Ejecutivo de Andes Accelerator, Ing. Carlos Torres, sostuvo que la USMP a través de Andes Accelerator afianza su compromiso con el desarrollo del país acelerando startups de tecnología con todo el soporte y la experiencia de nuestra casa de estudios.
“Esta iniciativa de la Universidad de San Martín de Porres busca acelerar startups de base tecnológica apoyándolas en el proceso de creación, crecimiento y consolidación; brindándoles asesoría especializada, oficinas, equipos, herramientas de tecnologías de información y acceso a financiamiento”.
En ese sentido, agregó que, a través de una combinación de talleres estructurados, charlas, tutorías y asesoramiento continuo, las startups optimizarán sus planes y modelo de negocio; desarrollarán el prototipo funcional de su producto, para finalmente presentarse ante la red de inversores de Andes.
“El proceso de aceleración de Andes consiste en un programa de hasta 6 meses de duración que tiene como objetivo convertir las startups que participan en proyectos de éxito, probados e invertibles. Seleccionaremos hasta 6 proyectos en cada convocatoria del programa de aceleración”.
En ese sentido, Andes realizará el evento demoninado “Demo Day” donde los proyectos que han concluido con éxito el programa de aceleración podrán ser presentados a inversores para acceder a financiamiento y socios para el crecimiento y consolidación de cada startup.
CASO DE ÉXITO CON BASE SAN MARTINIANA
Como ejemplo de una startups de éxito y emprendimiento tecnológico se presentó la empresa Cinepapaya, a cargo de Sebastián Burgos, Software Developer de la empresa y alumno del octavo ciclo de la Escuela Profesional de Ingeniería de Sistemas de la USMP.
En su exposición indicó que Cinepapaya surgió, en principio, como una tecnología de video streaming adaptativo, parecida al servicio de películas de Netflix; sin embargo la competencia en este rubro fue muy agresiva para una empresa que recién iniciaba sus actividades en este mercado. Posteriormente, el equipo de Cinepapaya dirigió sus objetivos al mercado de venta de entradas de cine.
“Colas largas y tiempos de espera, tickets agotados, insuficiencia en la página web o aplicación móvil de los cines, fueron los problemas que detectó el equipo de Cinepapaya. Hoy, a través de nuestra web, aplicación móvil o cualquier tecnología, se puede comprar entradas para cualquier cine y ver la cartelera de una manera rápida y fácil”.
Sebastián Burgos labora en Cinepapaya desde que inició el proyecto en el 2012, con el cargo de software developer y cubriendo otras áreas por la falta de personal; sin embargo con el paso del tiempo las áreas comenzaron a tomar mucha fuerza e importancia y se fueron complementando con nuevos profesionales, muchos de ellos compañeros de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la USMP.
“La formación de la Escuela Profesional de Ingeniería de Sistemas me permitió reforzar los conocimientos de análisis y desarrollo, desde cursos como Estadística, que me ayudaron en los reportes a los inversores o minería de datos o con cursos como Ingeniería de software que me dieron las herramientas para crear los artefactos y generar una base de conocimiento para el resto del equipo y los nuevos ingresantes”.
Hoy el crecimiento de Cinepapaya ha sido sostenible, convirtiéndose en una trasnacional que proyecta cerrar el año con presencia en 20 países y una facturación que llegue a los US$ 7 millones. Tiene presencia en Colombia, Ecuador y Chile, participando en la última de estas en el Programa Start-Up Chile, siendo seleccionado entre más de 570 proyectos presentados de todo el mundo.
Teniendo como parte de su fuerza laboral alumnos de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la USMP, Cinepapaya hoy proyecta vender tickets de conciertos y teatro, así como la venta de pasajes de buses y extender sus servicios a Europa y Asia a mediano plazo.
UMBERTO CALDERÓN
El fundador de Agrovet Market, se considera un veterinario atípico. Aunque estudió esta profesión en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y su padre tenía un establo lechero, ha trabajado en el ámbito empresarial y se siente ligado a la tecnología. Además de estudiar diplomaturas y maestrías en administración de negocios y liderazgo, Umberto ha llevado especializaciones en diseño gráfico y programación de aplicaciones móviles. Debido a ese interés, la empresa que fundó en 1994 no solo es conocida por la calidad de sus productos, sino por su estrategia digital, prueba de esto es el desarrollo de su aplicación para celulares como VetHelp AM, una herramienta integral para veterinarios que tiene más de 100 mil descargas a nivel regional. La pasión por innovar siempre ha estado presente en Agrovet Market. En 1997, por ejemplo, llegó el primer gran desafío cuando la empresa ganó una licitación para distribuir cuatro millones de vacunas para la fiebre aftosa en varios puntos del país en solo 15 días. Con poca experiencia, pero mucho empeño, Umberto logró sacar adelante ese reto y consolidó el espíritu empresarial de Agrovet Market. Luego, la empresa fue por más: en 1999 inició el desarrollo de su propia línea farmacéutica veterinaria, en el 2002 empezaron a exportar a América Latina y en el 2005 a Asia. Actualmente, Agrovet Market exporta a más de 40 países y oficinas propias en México, Nicaragua, Bolivia y Uruguay. Solo en nuestro país, Agrovet Market da trabajo directo a más de 140 personas.
La compañía tiene tres grandes líneas de producción: fármacos para animales de compañía, para ganado y para aves y cerdos, entre todos sus productos destaca Hematofos B12 (que ayuda al crecimiento del ganado) ha obtenido el Premio Creatividad Empresarial. Umberto está orgulloso del portafolio de su empresa, pero lo que realmente lo motiva es la misión transcendental que esta tiene: mejorar el rendimiento de la producción de proteína animal, disminuir la transmisión de enfermedades y lograr el bienestar emocional de los propietarios de animales. Umberto señala que su empresa participó en la erradicación de la fiebre aftosa –una enfermedad viral que afecta al ganado- en el país. “Antes [de Agrovet Market] los productos que se vendían aquí [en Perú] eran básicos, sin los estándares de la industria farmacéutica y no había exportación”, asegura Umberto, quien hace algunos años fue tecladista en una banda de rock y hoy es padre de dos señoritas. Por encima de la experiencia y del conocimiento, Umberto Calderón valora la actitud, aquel impulso por lograr lo que uno se propone. Con dotes de líder, Umberto dicta clases y frecuentemente convocado a dar charlas a las próximas generaciones de veterinarios. Lo que busca, cuenta el empresario, es contagiar entre los jóvenes profesionales peruanos el entusiasmo por la innovación y la creatividad
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PEDRO MONT
Cree que la comodidad, si bien es placentera, puede adormecerte. Cuando acabó la carrera de Administración en la Universidad de Lima, a pesar de tener una empresa familiar a la que podía asimilarse sin problemas, decidió empezar de cero en Procter & Gamble. Empezó manejando las ventas a mayoristas, siguió en el área tecnológica y terminó encargado de las cuentas clave. En total, estuvo cuatro años. Después, cuando hizo un MBA en la Universidad de Pensilvania, en vez de volver a Lima a incorporarse en Platanitos, la prometedora tienda de zapatos que dirigían sus padres, se quedó en New York a su cuenta y riesgo. Encontró trabajo en Booz Allen Hamilton, una consultora estratégica que tenía entre sus clientes a gigantes del sector salud que facturaban miles de millones de dólares. Allí trabajó, por ejemplo, Edward Snowden, el informático que revelaría documentos secretos sobre la vigilancia del gobierno estadounidense en Internet. “Cuando salí del máster tuve que reaprender todo de nuevo. Una cosa es la teoría y otra la práctica. Me di permiso para equivocarme y decir no sé”, recuerda. Solo cuando supo lo difícil que es estar lejos de casa y hacerte un lugar entre los extraños, volvió al Perú y se hizo cargo de la gerencia general del Platanitos. La empresa tiene su antecedente en la antigua fábrica de zapatos que puso en la capital su abuelo, un chino que llegó en un barco a buscarse la vida en los años treinta.
Lo primero que hizo Pedro fue crear mecanismos para conocer al cliente al detalle: repartió tabletas electrónicas con las que los vendedores registraban las costumbres de los compradores. Producto de sus experimentos, implementó un sistema de atención totalmente orientado al cliente. De ese modo, si una clienta de Lima quiere un zapato que está en Piura y que al día siguiente va a viajar al Cusco, puede pagar en Lima y recibirlo en Cusco sin recargo. O si compras un zapato en una tienda de Miraflores, lo puedas devolver en San Miguel. La transversalidad como alivio al comprador.
También se ha instalado un servicio de atención telefónica los 365 días del año. Desde que Pedro asumió la gerencia, la facturación se ha duplicado.Como le atraen los retos, Pedro aceptó colaborar al mismo tiempo con otras dos empresas: Kayser, una marca de ropa interior que tiene 45 tiendas en el Perú, de la cual es director, y Leap Game Studios, una compañía de videojuegos que hace contenidos para Cartoon Network y Nickelodeon. En ella es director de marketing. Así, su vida se reparte entre Estados Unidos, donde viven su esposa y sus hijos, y el Perú. Pasa una semana allá y dos acá. Dice que el tiempo siempre alcanza si uno se organiza bien. Hasta se ha dado tiempo para ser bombero. Va a la estación número 96 que queda en La Molina. Lleva catorce años entre cascos y mangueras. Empezó apagando incendios, pero ahora se cuida un poco y, cuando va a una emergencia, se encarga de la parte logística. “Si me pasa algo, mi esposa me mata”, dice este empresario aficionado al riesgo.
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