Las Naciones Unidas estiman que la población mundial alcanzará los 11.200 millones en 2100, lo que aumentará la demanda de alimentos.
El uso de más fertilizantes en la agricultura puede hacer que las ciudades agrícolas sean más eficientes, pero algunas de estas sustancias aún contienen amoníaco o urea, que pueden causar estragos en el medio ambiente y acelerar el cambio climático.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que algunas empresas comenzarán a explorar nuevas formas de distribuir los nutrientes, ya que algunas empresas ya han desarrollado cápsulas llenas de nutrientes que se han vertido en el suelo. sector cultural.
Además de la liberación de esta sustancia controlada, se avanzará en el desarrollo de fertilizantes que hagan que el amoníaco o la urea sean más amigables con el medio ambiente y aumenten la eficiencia de la absorción de nitrógeno y fósforo por parte de las plantas.
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